En los últimos años, la sostenibilidad se ha convertido en un tema muy debatido en la industria cafetera. Aunque se trata de un enfoque que se ha extendido a toda la cadena de suministro, el interés se centra, sobre todo, en la producción sostenible de café.

Cuando hablamos concretamente de sostenibilidad medioambiental, una de las muchas áreas en las que puede centrarse la producción de café es la agroecología. Se trata de aplicar técnicas agrícolas que tengan en cuenta las relaciones ecológicas entre plantas, animales, personas y el medioambiente. De este modo, es posible minimizar el impacto de la agricultura en la fauna y la naturaleza, y proporcionar a los agricultores un mayor control sobre el rendimiento y la calidad de sus cosechas.

La agricultura sintrópica es un modelo agroecológico que se utiliza en muchas industrias, incluyendo la producción de café. ¿Cómo funciona y cómo pueden los caficultores aplicar este modelo en sus fincas?

Para averiguarlo, hablé con el pionero de la agricultura sintrópica, Ernst Götsch, y con dos productores que utilizan este modelo. Sigue leyendo para conocer sus experiencias. 

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¿Qué es la agricultura sintrópica?

La agricultura sintrópica (también conocida como agroforestería sucesional) es básicamente agricultura regenerativa, aunque el modelo tiene varios niveles. En ella, se utilizan métodos agrícolas para integrar la producción de alimentos (incluido el café) con el medioambiente circundante de forma que ambos se beneficien.

El modelo de agricultura sintrópica fue desarrollado por el agricultor e investigador suizo Ernst Götsch, que lleva trabajando en fincas de Bahía, Brasil, desde los años ochenta.

Götsch explica el enfoque holístico de la agricultura sintrópica: “es el proceso de producir y cosechar lo que necesitamos de plantas y animales, manteniendo un equilibrio positivo en las relaciones entre las distintas especies”, afirma.

Mientras que algunos modelos agrícolas se centran en aumentar el rendimiento de las cosechas, Ernst señala que la agricultura sintrópica fomenta métodos más naturales y sostenibles de producción de alimentos. Por ejemplo, plantar varias especies diferentes de árboles en la misma zona fomentará una mayor biodiversidad y aumentará el número de pájaros, insectos y microorganismos. Así, se crea un ecosistema más sano y diverso. 

“La agricultura sintrópica consiste en comprender la dinámica entre todos los organismos”, afirma Ernst. “También, se trata de alcanzar un nivel de integración que sea beneficioso para todos los organismos del ecosistema”.

Para que la agricultura sintrópica tenga éxito hay que saber que cada planta, animal, ave, insecto y microorganismo desempeña un papel vital en el ecosistema y, por eso, todos deben trabajar en armonía.

Se sabe que las prácticas agrícolas agroecológicas mejoran la salud del suelo y los ciclos del agua, regulan los microambientes y mejoran la resistencia de la zona en lo que respecta al cambio climático. Con el tiempo, si se termina alcanzado el equilibrio entre todos los organismos, la producción de cultivos puede verse enormemente beneficiada.

Implementación del modelo en las fincas cafeteras

Wilians Valério Jr. es un productor de café brasileño de Alto Caparaó, una ciudad de la región productora de café de Caparaó. Él ganó el premio Café del Año 2019 de Brasil con un café de cultivo sintrópico y cuenta que aplica este modelo en todas las áreas de su finca. 

“Intento acelerar los procesos de la naturaleza”, explica. “Si puedes entender los procesos naturales, puedes mejorar la salud del suelo y acumular energía en el ecosistema”.

Tras varios años de resultados decepcionantes con métodos de cultivo más tradicionales, Wilians y su familia se vieron impulsados a probar la agricultura sintrópica. En su experiencia, estos métodos tradicionales daban como resultado un café de baja calidad con rendimientos irregulares, lo que apenas les proporcionaba estabilidad económica. 

Para mejorar la calidad y el rendimiento, el padre de Wilians replantó todos los cafetos y los intercaló con otros árboles, como melocotoneros, uchuvas y olivos. 

Cuando Wilians heredó la explotación, en 2015, optó por centrarse en la producción de cafés de especialidad. “Me decidí por un modelo de cultivo que pudiera mejorar nuestros ingresos sin eliminar ninguno de los cafetos que mi padre había plantado, así que investigué sobre la agricultura sintrópica”, explica.

Dos años después, Wilians obtuvo el 12º puesto en los premios Café del Año de Brasil. Desde entonces, ha utilizado la agricultura sintrópica en toda su explotación, con resultados prometedores: el año siguiente quedó en sexto lugar.

Él cuenta que se inspiró en otro agricultor que llevaba más de 25 años cultivando café de forma sostenible en las montañas de Caparaó. 

Clayton Barrossa Monteiro cultiva café especial ecológico en una finca cercana a Ninho da Águia. Es muy conocido por sus prácticas de gestión agroecológica y autosostenible de la finca, y recibió su primer premio en 2012.

“Los productores empezaron a creer que el café especial tenía que ser ecológico”, explica. “Esto después empujó a otros a empezar a cultivar café de maneras más sostenibles”.

Cambiar percepciones y prácticas

Wilians afirma que para que la producción de café sintrópico tenga éxito hay que tener en cuenta el impacto en todo el ecosistema.

“Siempre tenemos en cuenta el siguiente paso”, afirma. “Tenemos que considerar lo que beneficia a las plantas. Siempre cultivamos, podamos y cosechamos en equilibrio con la naturaleza”.

Según Ernst, las técnicas agrícolas tradicionales tienen sus limitaciones a la hora de cultivar café. En su experiencia, estos métodos de cultivo pueden desequilibrar recursos como el agua, los nutrientes y la luz natural; sin embargo, explica que los problemas relacionados con la agricultura sintrópica suelen ser el resultado de la falta de conocimientos sobre cómo llevar a cabo estos métodos con eficacia.

“El problema no es la falta de agua o de fertilidad del suelo”, sostiene. “Es la falta de conocimientos sobre los procesos sintrópicos. El agricultor o el asesor no saben recomendar las mejores técnicas o prácticas”.

Para que los nuevos métodos sean lo más eficaces posible, los caficultores que disponen de la infraestructura y el acceso financiero necesarios para invertir en la agricultura sintrópica deberían olvidarse de las prácticas tradicionales de gestión de fincas. Este cambio puede resultar exigente y costoso, lo que lo hace inaccesible para algunos caficultores.

“Los agricultores emplean mayor cantidad de dinero cuando implementan por primera vez modelos de agricultura sostenible”, afirma Clayton. “Si consiguen planificar las líneas de árboles y los nidos (los agujeros en los que se plantan los árboles) de forma eficiente, no tendrán que seguir invirtiendo en sus árboles”.

Clayton añade que una vez que los agricultores hayan adoptado técnicas de cultivo sintrópico, los costos futuros vendrán mayoritariamente de la poda de los cafetos.

¿Cómo puede el cultivo sintrópico mejorar la calidad del café?

Ernst explica que una de las muchas ventajas de la agricultura sintrópica es que permite optimizar el rendimiento por árbol a largo plazo. Esto se debe, principalmente, a que los árboles crecen en armonía con la naturaleza, por lo que pueden alcanzar todo su potencial cuando se les da el tiempo suficiente.

Tras aplicar las técnicas de la agricultura sintrópica en su explotación, Wilians afirma haber notado mejoras significativas en el café.

“La resistencia de los árboles a plagas y enfermedades, su crecimiento y productividad, y el tamaño de los granos han mejorado”, afirma.

Añade que su café adquirió un sabor más complejo, con más profundidad y un final prolongado en el paladar.

Clayton dice que cuando se utilizan métodos más sostenibles de producción de café, como las técnicas de cultivo sintrópico, se consigue un rendimiento más constante.

“Cuando los árboles están expuestos a más estrés pueden producirse variaciones de alta o baja productividad”, explica. “Con la agricultura sintrópica, el desarrollo de los árboles se produce de forma más equilibrada y eso se nota en el café”.

Es básicamente el resultado de la poda continua, el sombreado y la exposición a la luz. Cuando estas variables son más constantes y controladas, los cafetos pueden responder mejor a cualquier cambio en su entorno.

Los desafíos de la agricultura sintrópica

Aunque este método sostenible de producción de café presenta numerosas ventajas, los agricultores se enfrentan a varios retos a la hora de adoptarlo. Wilians afirma que puede ser difícil para los productores aclimatarse al tiempo que puede tardar en mejorar la calidad y el rendimiento.

“El tiempo que se tarda en aprender, comprender y cambiar las percepciones ligadas a la agricultura más tradicional también es un reto”, explica. “Lleva tiempo entender lo que es bueno para la tierra y los procesos naturales que intervienen”.

“La probabilidad de que los agricultores cometan errores es mayor”, añade. “No hay duda de que cometerán errores pero les servirán para aprender mediante la práctica constante”.

Clayton está de acuerdo en que los métodos de cultivo sintrópico pueden no ser adecuados para todos los caficultores. “Un método que funcione en una finca puede no hacerlo en otra”, subraya. “Los agricultores tienen que ser muy cuidadosos y tener mucha paciencia”.

“Muchos productores están acostumbrados a llevar a cabo las mismas prácticas convencionales durante años”, afirma. “Saben mucho pero de unas pocas plantas”.

Para los productores que utilizan métodos agrícolas más convencionales, la transición a modelos agroecológicos significa intercalar el café con otros árboles y plantas. Esto implica que cada cultivo requiere un tratamiento diferente, lo que puede ser costoso en tiempo y recursos.

“El maíz puede cosecharse en 90 días, mientras que la yuca y otras hortalizas de raíz necesitan seis meses”, afirma Clayton. “Los agricultores también tienen que podar más los árboles altos”.

“La naturaleza es la que dicta el ritmo. No existe la rutina porque hay más diversidad”.

Clayton añade que esta diversificación puede crear un equilibrio que actúe como forma de resistencia a enfermedades y plagas.

¿La agricultura sintrópica es aplicable a todas las fincas de café?

Wilians y Clayton creen que el modelo de agricultura sintrópica puede aplicarse a fincas de todo tipo y tamaño; sin embargo, la clave del éxito es asegurarse de que el modelo puede adaptarse al entorno específico de la finca.

“Actualmente, estoy desarrollando la agricultura sintrópica en Noruega, el Mediterráneo y otras zonas tropicales, incluso en lugares propensos a la sequía”, explica Ernst. “Los principios son los mismos pero las especies y los ecosistemas implicados son diferentes”.

En el caso de Wilians, es todo un reto llevar a cabo una gestión eficiente de los cultivos en una zona montañosa porque su finca se encuentra a unos 1300 m s.n.m.

“No es fácil conseguir la mejor disposición para los árboles pero es la única forma que abre las posibilidades de éxito de la agricultura”, afirma.

Con los métodos de cultivo sintrópico los árboles suelen plantarse en líneas paralelas. Los agricultores pueden optar por plantar distintas especies y coordinar los calendarios de poda en función del desarrollo de cada árbol.

“El café es nuestro cultivo principal pero no podemos ignorar otras especies”, dice Wilians. “Hay que pensar en el escenario completo porque todo importa”.

Wilians da algunos consejos para decidir qué plantas funcionarán mejor cuando se intercalan con cafetos. “No hay una respuesta correcta o incorrecta, tienes que identificar los recursos que tienes”, dice. “La luz solar disponible, los tipos de suelo, la altitud, la pendiente del terreno… son algunos de los factores que influyen en la decisión”.

Los modelos de agricultura sostenible pueden ser beneficiosos para los productores de café, sobre todo cuando se centran en dos objetivos: mejorar la calidad e influir positivamente en el medioambiente local.

La agricultura sintrópica es una alternativa prometedora a los métodos de cultivo convencionales pero es importante que los agricultores tengan en cuenta los retos que conlleva. El cambio requiere mucha paciencia y una inversión considerable.

En definitiva, mediante el intercambio de conocimientos y una mayor colaboración, los agricultores podrán conocer mejor los matices de la agricultura sintrópica y saber si les conviene o no.

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Créditos de las fotos: Ana Paula Rosas, André Berlinck, Iberê Périssé, Georgia Thome.

Traducido por Almudena Torrecilla Aznar. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español 

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